Es una función que eleva la temperatura dentro de la cavidad a 500º centígrados, y según que marca a 550º, esto provoca que toda la suciedad del interior, como restos de aceite y partículas solidas las queme y las convierta en ceniza. Después de la pirolisis encontramos un pequeño resto de cenizas, porque las demás partículas las calcina y las evapora en el aire.
La función pirolítica no representa ningún peligro ya que a partir de cierta temperatura el horno se bloquea, para no abrirlo involuntariamente, y no se desbloquea hasta que vuelve a bajar la temperatura.
Normalmente los Hornos pirolíticos son de gama alta, y llevan unos sistemas de aislamiento mejores que los demás Hornos, para no dañar a los muebles ni provocar un excesivo calentamiento del cristal.
Los mejores Hornos pirolíticos, además incorporan varias intensidades de limpieza para ajustar la suciedad de nuestro horno. Así acortamos el tiempo de la pirolisis y ahorramos en energía.
El consumo en el caso de la función pirolítica no es excesiva, como aparentemente se cree.
Resumiendo podemos decir que la pirolisis es una ventaja en cuanto a la limpieza del horno, ya que no tendremos que limpiarlo manualmente, y tiene la desventaja que son un poco más caros ya que esta función va asociada con mejores prestaciones a los equivalentes sin pirolisis.
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